Cirugía bucal

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La cirugía bucal es la más antigua de las especialidades de la odontología y engloba el diagnóstico y el tratamiento quirúrgico de las enfermedades que se producen en la boca, los maxilares y sus tejidos.

La cirugía oral comprende todo tipo de extracciones, incluidas las de terceros molares o muelas de juicio, y dientes incluidos, cirugías de frenillos, quistes maxilares, cirugía periapical y pre protésica, así como extirpación de lesiones y análisis histológico de las mismas, además de los implantes.

Aunque con frecuencia las extracciones son temidas por el paciente, gracias a las técnicas avanzadas de anestesia local es posible realizarlas sin ningún tipo de dolor y con el mínimo grado de molestias para el paciente.


Preguntas frecuentes


¿Debo sacar siempre las muelas del juicio?

Si las muelas del juicio están en una posición correcta y no están causando ningún daño o molestia no será necesario quitarlas. Sin embargo, se recomienda extraerlas en los casos donde se presente esta sintomatología: inflamación de las encías que rodea la corona o pericoronaritis, lesión de los molares adyacentes, destrucción del hueso, quistes, dolor y apiñamiento.

¿Qué es un diente incluido?

Son dientes que llegada la época normal de erupción, permanecen total o parcialmente en el interior de los tejidos de la cavidad oral (hueso o mucosa). Los dientes que presentan más frecuentemente esta situación son los terceros molares (muelas del juicio), principalmente los inferiores y después los caninos superiores.

¿Cuál es el tratamiento para los dientes incluidos?

Dependiendo de la situación del diente retenido en el hueso maxilar, realizamos diferentes tratamientos: extracción en el caso de los cordales o muelas del juicio, o recolocación con ortodoncia del diente incluido en la arcada dentaria cuando el diente en cuestión tiene importancia funcional y/o estética como es el caso de los caninos incluidos. También es frecuente no actuar y simplemente controlar la evolución cuando no haya riesgo que se produzca ninguna patología.

¿Qué tengo que hacer después de una intervención quirúrgica bucal?

Muerda una gasa después de la operación durante 20 minutos. Colóquese una bolsa de hielo o toallas frías en la cara durante unas horas, manteniéndolas a intervalos de 10 minutos. Evite enfriar demasiado la piel de la mejilla de la zona operada para que no se produzca una quemadura por frío. No se enjuague la boca durante 24 horas, con los enjuagues puede desalojarse el coágulo e interrumpirse el proceso natural de curación. Es preferible mantener una postura en la que la cabeza esté a un nivel más alto que el cuerpo, por ejemplo, sentado, o en cama con dos almohadas.

El mismo día de la intervención la dieta tiene que ser fría y blanda. Al día siguiente siga sus inclinaciones naturales, pero por su propia comodidad son preferibles los alimentos blandos y a temperatura ambiente. Al día siguiente de la intervención puede enjuagarse la boca con agua y sal, o bien con el colutorio recomendado por el cirujano. Procure que su higiene de la boca sea correcta, use el cepillo de dientes en todas aquellas zonas en las que pueda hacerlo. Y lávese los dientes después de cada comida.

Durante las primeras horas notara qué la herida rezuma un poco de sangre. Cuando se produzca un sangrado anormal, doble una gasa, colóquela sobre la zona y muérdala durante 30 min. Repita esta operación cuantas veces sean necesarias. Durante el post-operatorio, hasta el séptimo o décimo día puede presentarse hinchazón o hematoma, dolor, dificultad a la apertura de boca y posiblemente unas décimas de fiebre, hasta 38 °C es normal.

En caso de urgencia, si la clínica dental permanece cerrada, llame a su médico de cabecera o al médico de turno de urgencias y en caso de urgencia grave acuda al hospital.